Lectura relajante para la ansiedad

Lectura relajante para la ansiedad

Lectura relajante para la ansiedad

Autora e ilustradora del post – Vanessa Ramiro Pulido

Pero una experiencia tan placentera para algunos puede no serlo tanto cuando te cuesta concentrarte, sufres estrés o tienes dificultades para desconectar de los pensamientos recurrentes que acuden a tu mente. Aunque no lo parezca, si tienes ansiedad, una lectura relajante puede ser una gran aliada para combatirla.

1. La lectura permite la desconexión

A través de la lectura desconectamos de nuestra propia vida y nos dejamos llevar por historias, reales o imaginadas, de otras personas. Los libros nos permiten viajar a distintas épocas y lugares, conocer diferentes culturas y personajes, vivir aventuras, enfrentarnos a dilemas, imaginar un sinfín de sensaciones… La lectura nos sirve para crear vínculos, para conectarnos a otras personas y, por supuesto, como pasatiempo. Un libro siempre es una de las formas más eficaces de combatir el aburrimiento.

2. La lectura refuerza la memoria y mejora la capacidad de concentración

Según varios estudios, la lectura podría ayudar a frenar e, incluso, prevenir el deterioro cognitivo, ya que es una especie de entrenamiento para nuestro cerebro que lo ejercita y despierta vías neuronales. No en vano leer un libro, sobre todo si se trata de cuentos o novelas, implica seguir una trama principal y probablemente varias tramas secundarias, recordar nombres de personajes y sus relaciones, fechas, lugares y detalles concretos que a lo largo de la historia pueden revelarse como determinantes. Este hábito que adquirimos con la lectura nos servirá, además, para que el cerebro esté también alerta y concentrado en otros momentos del día.

3. La lectura reduce el estrés

Una de las cosas que podemos hacer para reducir el estrés y evitar que se convierta en un problema grave de salud es leer. Tanto es así que según algunos estudios la lectura es capaz de reducir los niveles de estrés en un 68%, más que actividades como pasear o escuchar música. Tan solo unos minutos de lectura contribuyen a reducir el ritmo cardiaco, haciendo que el latido del corazón sea más lento, y la tensión muscular y, además, también pueden mejorar tu estado anímico.

4. La lectura permite la relajación y el descanso

Leer un ratito antes de acostarnos nos ayuda a desconectar del día a día centrando nuestra atención en otra historia, potencia la relajación y, además, nos ayuda a conciliar el sueño y a dormir mejor. Adquirir y mantener este hábito funciona como una especie de alarma para nuestro cuerpo: cuando nos disponemos a leer le estamos diciendo que es hora de relajarse y dormir.

5. La lectura libera nuestras emociones

Cuando leemos vivimos las mismas cosas que los personajes de nuestra historia, cuestionamos sus decisiones desde nuestra experiencia, pensamos en su forma de hablar o de actuar y en cómo lo haríamos nosotros en esa misma situación… En el fondo, cuando leemos empatizamos con los personajes de la historia y eso también nos sirve para liberar nuestras emociones y crecer personalmente. De hecho, algunos libros están enfocados al desarrollo de las emociones y a la reflexión. Estos pueden ser una magnífica opción porque, además de combatir la ansiedad, pueden ayudarnos a crecer emocionalmente.

Lectura relajante para la ansiedad

Ejercicio de lectura relajante para ansiedad

Ya sabemos lo beneficioso que puede ser para nuestro bienestar dedicar al menos 15 o 20 minutos diarios a la lectura. Pero también sabemos que conseguir ese estado de desconexión total es muy complicado. No solo porque a veces sea difícil sacar ese tiempo extra, sino porque cuando lo conseguimos no podemos dejar de pensar en los problemas del día a día, en las tareas pendientes, en la casa, en el trabajo, en la pareja, en los hijos, en esa discusión con un amigo…

Los pensamientos recurrentes y la mayor o menor ansiedad que estos conllevan hacen que entremos y salgamos de la lectura continuamente y que al final la experiencia no sea todo lo placentera que esperábamos.

A continuación, te proponemos un ejercicio para la ansiedad que puede ayudarte a hacer una lectura relajante y a evitar el bombardeo de pensamientos negativos y recurrentes:



Pon una música relajante, una luz tenue, busca un lugar reconfortante y coge un libro que te guste o que tengas ganas de leer. Elige mejor un libro ligero e impreso (depende de la situación y la hora del día, el uso de ebook y tabletas puede ser contraproducente).
Si a medida que pasas páginas notas que tu concentración comienza a bajar, busca dos lápiceros de colores diferentes, que resulte fácil de diferenciar. Abre el libro, elige una página y empieza a leer. Rellena/pinta cada «o» con uno de los colores y cada «a» con el otro color. Cuando termines, mira la hoja y sin contar intenta averiguar si hay más «as» u «os». Si quieres saber si has acertado no te quedará más remedio que contarlo!.
Ahora dedica un pequeño tiempo a estar cómoda en ese lugar reconfortante mientras repasas mentalmente lo que has leído. Puedes hacer un resumen, imaginar cómo continuará mañana la historia o buscar un final alternativo al que has leído.

Para ver otro ejercicio de lectura relajante para la ansiedad – pincha aquí

Nuestra lectura recomendada para crecer emocionalmente y manejar la ansiedad


Decíamos que algunos libros, que están enfocados al desarrollo de las emociones y a la reflexión, pueden ser una magnífica opción si tienes ansiedad o eres incapaz de manejar el bombardeo de pensamientos que acuden a tu mente. Y lo son no solo porque su lectura pueda ayudarte a desconectar, reducir el estrés o concentrarte en otra cosa, sino porque, además, crecer emocionalmente te ayudará también a saber manejar la ansiedad.
Lectura relajante para la ansiedad

Puedes intentar aplicar todo lo que te hemos contado en este post, con la lectura que te recomendamos a continuación. Se trata de “Cuentos para mayores para antes de dormir”, un libro en el que Sue Gallehugh, doctora en psicología, y su hijo Allen, licenciado en psicología, adaptan con ingenio y humor algunos cuentos de hadas clásicos con el fin de ilustrar los principios fundamentales de la autoestima, la salud mental y el crecimiento psicológico.

Por ejemplo, el cuento de “El patito feo” se convierte aquí en “La patita que tenía la autoestima baja” y nos cuenta la historia de Samantha, un hermoso cisne hembra que, criada en una familia de patos, había vivido acomplejada por ser la fea del grupo. Hasta que decidió abandonar el estanque y emprender el vuelo. En su camino, divisó las hermosas aguas del Lago de los Cisnes y se quedó asombrada al encontrar allí las aves más hermosas que jamás había visto. Las aguas de aquel lago y el cariño y aliento del resto de los cisnes reflejaron por primera vez la verdadera imagen de Samantha. Una historia que nos recuerda que el cambio de pensamientos negativos por verdades positivas promueve la propia satisfacción.

Y uno más, Sue y Allen Gallehugh convierten el cuento de “Juan y el lobo” en “De un modo o de otro”, el relato de cómo la tendencia de Jeff a la histeria y a vocear continuamente advertencias de pánico a los aldeanos le llevó a que nadie le hiciese el menor caso. Tampoco cuando vino el lobo de verdad, mató a sus ovejas y nadie acudió en su auxilio. Fue entonces cuando Jeff se dio cuenta de que, igual que las montañas que siendo niño le parecían inmensas, ahora eran simples montículos, había estado viendo sus problemas cotidianos como obstáculos insalvables. A partir de entonces decidió buscar soluciones creativas a sus problemas reales, mientras que dejaba que los imaginarios se las apañaran solos.

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Referencias/Cortesias: Imagen de wayhomestudio en Freepik