No deberíamos olvidar nunca tratarnos con la misma aceptación y el mismo cariño que tratamos a las personas que queremos. Pero la mayoría de la veces es algo que no se nos ha enseñado. Las críticas más duras son, muchas veces, hacia una misma y siempre, las más dañinas. A lo largo de nuestra vida experimentaremos etapas de todo tipo, algunas de ellas fáciles, felices y otras desagradables, pero nuestra valía no cambiará en ninguna de ellas.
En cualquier etapa tenemos que ser conscientes de que pasará, de que aprenderemos de ellas, de que cometeremos fallos y aciertos y, al final, creceremos, maduraremos y superaremos lo que se nos ponga por delante.
El autocuidado físico y psicológico es imprescindible para el bienestar emocional y debe cultivarse a través de la aceptación de uno mismo, con nuestras limitaciones y nuestras fortalezas. Aceptarnos, con la misma benevolencia que aceptamos a los demás no siempre es fácil, pero siempre merece la pena.
No solo se trata de aceptar nuestras virtudes y defectos, se trata también de aceptar nuestras emociones. Muchas personas inician el tratamiento para trabajar la ansiedad con la idea de «quiero vivir SIN ansiedad«. No es lo mismo vivir sin ansiedad que sin un trastorno de ansiedad.
Es normal estar preocupados cuando esperamos los resultados de unas pruebas médicas, es normal sentir un poco de ansiedad cuando vamos a una entrevista importante… la ansiedad es un aviso para que nos preparemos ante una situación que podría ser un peligro. A veces, esa amenaza no es tal y ahí es donde se inician los trastornos de ansieda. Si siento que de repente estoy nerviosa y mi corazón va a mil por hora porque he salido a tirar la basura, si siento ansiedad porque mi cabeza va demasiado rápido llena de incertidumbre y me repite constantemente «y si…» por cosas que no han pasado y que probablemente nunca pasarán es, en ese punto, donde debo aprender a manejar esa ansiedad de forma adecuada.
Cuando una persona tiene un problema de ansiedad toda su atención se concentra en la ansiedad y tiende a convertirse en el centro de su vida. Para salir de este bucle hay dos aspectos importantes: trabajar para tener un punto de vista más racional sobre lo que nos está pasando y poder manejarlo y, por otro lado, aceptar que no somos nuestra ansiedad, que es una parte más de nuestra experiencia pero no nos define.
En el proceso de trabajar la ansiedad muchas personas tienden a olvidar lo realmente importante: su capacidad. Pierden la confianza en sí mismas, «no puedo confiar en mi porque tengo ansiedad» o «no puedo confiar en mi porque tengo dudas», a largo plazo se van sintiendo pequeñitas, se van viendo desbordadas por acontecimientos que, muchas veces, son cotidianos. Un aspecto esencial para superar la ansiedad es que la persona crea en sí misma y en sus recursos, no porque sí, no de una forma ilusoria, sino de una forma realista, porque todas las personas los tienen, a veces no se usan por esa falta de confianza, pero están ahí igualmente.
A continuación podéis leer la carta de una persona que está trabajando la aceptación de sus emociones y que generosamente nos ha permitido compartirlo con todas aquellas que puedan estar atravesando una situación parecida.
Carta a la ansiedad
Si a mi mejor amiga le pasara lo que me está pasando a mí. ¿Qué le diría?
Tranquila, tienes que confiar en tí, en tu proceso. Aunque estés pasando una mala etapa, saldrás. Saldrás fortalecida. Son las limitaciones, el propio miedo a salir lo que te bloquea, pero no te preocupes, todo tiene su tiempo. Sigue trabajando en tí, cuídate, mímate mucho, háblate muy bien, no permitas una autocrítica, valórate.
Eres muy valiosa. Aunque ahora puede que lo veas muy difícil, es por el círculo en el que te has metido, pero tú eres más fuerte que todo eso. Trabaja todos los días con tus pensamientos. Medita, mueve tu cuerpo. Mímate, cuídate, observa y agradece todo lo bueno que tu vida tiene. Enfócate en lo positivo todos los días, ese tiene que ser tu trabajo, enfocarte en todo lo bueno que tienes tú y tu vida. Confía en que todo lo que tienes ahora, es lo que tienes que tener, incluida tu ., abrázala, ella solo quiere que te escuches, que te aceptes, que te ames y, que confíes que no vivas en tu mente, sino en tu presente, que es lo más valioso que hay.
Mira a tu alrededor y ve las cosas bonitas. Te quiero y vales un montón, por favor confía en mí pero sobre todo confía en tí. Todo pasará y tú serás más fuerte. Aquí me tienes para todo lo que necesites.
Firmado. C
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